martes, 26 de marzo de 2013

Celebración del Pésaj (pascua judía) en Ribadavia

La fiesta de Pésaj, que conmemora la salida del pueblo judío de Egipto, reúne a familias llegadas de varios puntos de España, Israel y Estados Unidos para conmemorar el paso de la esclavitud a la libertad.

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Foto: Román Nóvoa

Tomado de El Mundo (Marcos Sueiro | Ribadavia (Ourense))

Ribadavia, corazón judío de Galicia, celebra 400 años después el Seder, la Pascua judía. Abraham Haim, un médico sefardí, fue el anfitrión de una ceremonia recuperada y que ha congregado a 34 comensales en la antigua sinagoga de la villa. Y es que en la Pascua, que significa orden porque hay orden de rito ordenado, se conmemora el éxodo del pueblo de Israel de Egipto o lo que es lo mismo, el paso de la esclavitud a la libertad.

A la mesa ubicada en la antigua sinagoga llegaron familias con raíces judías de distintos puntos de España, Israel e incluso una familia de judíos neoyorquinos con 11 miembros. Todos estaban emocionados con el reencuentro y todos respondían a la llamada del Salmo 133 que recitó Abraham Haim al comienzo de la celebración: "Mirad cuán bueno y hermoso es convivir los hermanos juntos en armonía".

La exactitud en la práctica de la norma fue observada por el hebreo, Abraham, quién se aseguró de que se cumpliese con el rito a la hora de la preparación del menú calificado de "neutral" y que consistió en sopa de siete verduras, merluza braseada en cama de ensalada de berenjena y como postre una macedonia de frutas.

Además cada uno de los comensales varones, incluidos los niños, llevaban sobre la cabeza la kipá, parte integrante del rito y que significa cúpula. Como el festejo era solemne el color del kipá fue blanco "por ser el más ceremonial". También sobre las mesas velas blancas encendidas y flores blancas.
Antes de comenzar a degustar los alimentos y participar de la fiesta. Fue el turno para la lectura de fragmentos de la Torah y del Pentateuco, todos ellos relacionados con el éxodo de Egipto y salmos alabando a Dios por la redención del pueblo de Israel. Y es aunque la tierra prometida para los judíos es Israel, muchos de ellos tenían la sensación de volver a casa. No se resignan a que la huella judía sea parte del pasado y afirman la relación especial entre España y los judíos.

Precisamente uno de los asistentes, Patrick Gerassi, descendiente de sefardíes, periodista jubilado de la BBC y residente en Vigo confesó a ELMUNDO.es sentirse emocionado con el reencuentro. Su padre, que vivió en Turquía, era hijo de judíos españoles y a modo de confesión recordaba: "A mis abuelos les llamaba abuelito y abuelita en español a pesar de estar en Turquía". También mantiene en la memoria instantes en los que veía a su abuelo rezar inclinándose levemente hacia Jerusalen. No obstante reconoce que no fue educado en el judaísmo pero que busca esa identidad y le gusta participar de las ceremonias y ritos para perfilar su identidad cultural.

En la misma línea Abraham Haim, también aprovechó su conversación con ELMUNDO.es, para reivindicar sus raíces españolas a pesar de no tenerlas localizadas en un punto concreto de la geografía. Abraham recuerda, con especial satisfacción, la primera visita de los Reyes a Israel hace 20 años. El médico acompañó al Jefe del Estado en su visita en la ciudad de Jerusalen y con satisfacción advierte de que "tuve el honor de ser recibido por Su Majestad en el Palacio de la Zarzuela".
Los participantes en la Pascua entienden que los judíos y los españoles tienen que recuperar recelos anacrónicos. La relación "especial" merece un ejercicio de presente y las celebración de ceremonias no "son otra cosa que una manifestación de lo que dice el Salmo, convivir y confraternizar entre hermanos".


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