domingo, 16 de octubre de 2011

Y recordad siempre...

Un viejo armenio, en su lecho de muerte, se dirige a sus hijos:
-
 - Y recordaros siempre, hijos míos, de defender a los judíos.
 - ¿Por qué, padre?
 - Porque, si nos faltaran, nosotros seríamos los próximos.

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