Oskar Schindler |
Oskar Schindler (Svitavy, Imperio austrohúngaro, 28 de abril de 1908 – Hildesheim, Alemania, 9 de octubre de 1974) fue un industrial y hombre de negocios alemán que salvó a unos 1200 judíos del holocausto nazi, contratándolos para su fábrica de artículos para la Wehrmacht, situada en la actual Polonia.
Primeros años
Oskar Schindler nació en Zwittau, Moravia (actual Svitavy), Bohemia (entonces parte del Imperio austrohúngaro, actualmente en la República Checa), en el seno de una rica familia católica que se dedicaba a los negocios. Su familia sufrió el hambre de la posguerra de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión de 1929. Durante su niñez y juventud tuvo entre sus mejores amigos a familias judías. En 1930 se afilió al Partido Nazi por necesidad. Tenía una hermana de la que era muy cercano, Elfriede, 7 años menor que él.
Durante la guerra
Fue un oportunista y hábil hombre de negocios y no ocultaba su afición por las mujeres, las fiestas y la vida bohemia. Estaba casado con Emilie, quien, a pesar de sus devaneos, le profesaba una profunda admiración y respeto.
Schindler fue reclutado por las SS como informante durante un tiempo por ser conocedor de los contactos con comerciantes polacos y judíos adinerados, aprovechándose de ello para ganarse la estima de las altas esferas nazis. Los oficiales nazis veían en Schindler no sólo a un simpático y agradable donjuán, sino también a una fuente para proveerse ocultamente en las fiestas de damas de la alta sociedad alemana, apreciadas prendas y artilugios del mercado negro. Gracias a estos contactos, Schindler vio una oportunidad de lucrarse con un negocio durante la invasión de Polonia en 1939, que dio comienzo a la Segunda Guerra Mundial.
Schindler adquirió a un bajo precio una fábrica en Cracovia, a la que nombró Deutsche Emaillewaren-Fabrik. Esta fábrica, con sus instalaciones intactas, se dedicaba a la confección de ollas y utensilios de cocina en tiempos de paz, pero Schindler adaptó la producción para abastecer a la Wehrmacht con utensilios de campaña. Como la mano de obra germana resultaba cara y además escasa, resolvió negociar con el comandante del campo de trabajo de Plaszow, el Hauptsturmführer SS (capitán) Amon Goeth. Desde este campo se enviaban trenes con judíos seleccionados para los campos de exterminio de Auschwitz, Treblinka y Sobibor.
Schindler negoció con Goeth el arrendamiento de mano de obra en judíos aptos para su negocio, seleccionando entre ellos a un contable muy habilidoso llamado Itzhak Stern. Obtuvo inicialmente unos 300 operarios judíos para trabajar allí, con la ayuda de Stern. Los judíos seleccionados trabajaban durante el día en la fábrica y por la noche volvían custodiados por guardias al campo.
Además del pago de arrendamiento, Schindler debía rendir un tributo de los beneficios de la producción al coronel Goeth.
La reconversión
A través de esta convivencia diaria se fue dando cuenta Schindler de lo que significaban los relatos de las brutalidades y el destino que los nazis le daban a los judíos bajo el nombre de «reinstalación judía».
Schindler empezó a tomar gradualmente conciencia de que detrás de la explotación sistemática y esclava de los judíos se estaba propiciando una ideología irracional hacia el judío. Su fábrica era una ventana hacia una maquinaria de exterminio masivo debido a la explotación y al trabajo duro por los que pasaban.
Después de la represión del gueto de Cracovia, de la cual Schindler fue testigo, empezó a cambiar su actitud hacia los judíos. Hábilmente negoció con el coronel Goeth judío por judío, pagándole una suma determinada de dinero para que cada uno de ellos fuera empleado en su fábrica. Los judíos eran inscritos en una lista por Stern.
Cuando el negocio de las ollas ya no era satisfactorio con la Wehrmacht, cambió el rumbo a la producción de cápsulas y proyectiles de artillería para poder mantener en pie la fábrica y así ampliar la solicitud de mayor mano de obra, y también proseguir la salvación de judíos desde Plaszow. Schindler dio instrucciones para que una parte de las cápsulas de proyectiles tuvieran defectos de fabricación, en especial las de 88 mm y 75 mm, cuidando de que el sabotaje no resultara evidente.
Al principio puede que se sintiera muy motivado por el dinero (por ejemplo, escondiendo a los ricos inversores judíos), pero luego comenzó a proteger a sus trabajadores sin tener en cuenta el beneficio económico.
Schindler, gracias a su habilidad, pudo proteger a los judíos de su fábrica y salvarlos de morir en los campos de exterminio nazis. A finales de 1944 Schindler pudo salvar a unos 1200 judíos polacos, quedando casi en la bancarrota.
Después de la guerra
El coronel Goeth fue ahorcado en el campo de Plaszow-Cracovia en 1946, tras ser juzgado por el Tribunal Supremo Nacional de Polonia, reconocido por los aliados.
El gobierno de Israel liberó de la persecución a Schindler en 1955. En 1958 se separó de Emilie y regresó, fracasado, a Alemania.
En 1960, el gobierno de Israel reconoció honradamente su iniciativa salvadora para con los prisioneros de Plaszow, cuyos descendientes lo recuerdan como un ángel salvador. Fue declarado «Justo entre las naciones» por el memorial de Yad Vashem el 1 de julio de 1967, permitiéndosele plantar un árbol en la Avenida de los Justos en Jerusalén; también intentó socorrerlo económicamente una vez que éste retornó definitivamente a Alemania, pero rehusó amablemente y falleció en Hildesheim a la edad de 66 años, en la mayor indigencia, en 1974. Fue sepultado en el cementerio católico de Jerusalén.